El Día de Todos los Santos es una tradición católica instituida en honor a todos los santos, conocidos y desconocidos del mundo moderno, según el papa Urbano IV
para compensar cualquier falta a las fiestas de los santos durante el
año por parte de los fieles. En España y en otros muchos lugares del
mundo se celebra la tradición de honrar y traer a nuestra memoria a las
personas que han muerto.Los dulces más comunes que se preparan
son los buñuelos 'de viento' y los huesos de Santo. El abad San Odilón
instauró la festividad en el año 980. Se
acude al cementerio a honrar y ofrecer flores a los parientes difuntos y
se reúnen las familias. Los cementerios abren durante más tiempo y los
floristas hacen más negocio del habitual. Se celebra en otoño para
simbolizar la 'muerte de la naturaleza'.
Desde hace algunos años, la fiesta tradicional anglosajona correspondiente al Día de Todos los Santos, Halloween, ha entrado en nuestra cultura y costumbres, siendo más celebrada por los jóvenes. Desde mi punto de vista está bien hacer fiestas y pasarlo bien con los amigos, pero, el sentido se a perdido de esta tradión que era recordar a las personas queridas fallecidos con el resto de la familia, pero no llorando y entristecionos, sino riendo al recordas las anécdotas familiares, y de las personas que se han perdido no recordarlos como fallecidos sino como las personas que eran sus vivéncias, buenos momentos y logros.
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